domingo, 9 de octubre de 2011

Relato breve de Alma Vega Subirá

Como decíamos en la anterior entrada, empezaremos esta nueva andadura por recuperar algunos textos creados el curso pasado, que estaban aún pendientes de publicación.
Así, a continuación, os ofrecemos el enigmático y magnífico relato breve que Alma Subirá creó el curso pasado como ejercicio de Lengua Castellana y Literatura.
No dejéis de calificarlo y, si lo deseáis, aportad vuestros comentarios.


Hacía mucho tiempo que no iba a visitar a Alice, pero su ausencia empezaba a preocuparme. Por ese motivo decidí ir a su casa para comprobar si todo estaba en orden.
Alice era un alma sin rumbo, no tenía nada que le atara a este mundo. A pesar de su corta vida, era huérfana y vivía sola en la casa que heredó de su familia. Cada vez que pasaba por delante de su parcela parecía transportarme a otra época. Ante mí, se alzaba un caserón antiguo y bastante grande, cuya fachada estaba bastante despintada, por su larga vida, supuse, bajo el temporal y el aire de la ciudad. Siempre me impresionaron los enormes ventanales que daban vida a la estructura y adquirían el reflejo del Sol todas las mañanas.
La casa de Alice tenía un jardín enorme en su parte delantera, por el cual se accedía mediante una verja metálica bastante vieja y oxidada. Los cipreses eran tan altos que daba la sensación de que quisieran impresionar al cielo de alguna manera. A pesar de la belleza de esos elegantes e imponentes árboles, el jardín presentaba un aspecto totalmente descuidado. La hiedra se había apoderado de la vieja y descolorida fachada, así como las zarzas y las malas hierbas lo habían hecho del césped.
Después de atravesar aquella especie de selva y llegar a la puerta, tomé con mis manos el viejo picaporte con forma de herradura, y cuando estaba a punto de hacerlo sonar, me di cuenta de que la puerta estaba abierta.
A pesar de los grandes ventanales, el Sol invernal no lucía con suficiente fuerza como para iluminar el interior del recibidor de la casa de Alice.
Siempre había entrado acompañada por mi amiga, así que se apoderó de mí una sensación intensamente estremecedora.
Todo estaba completamente en silencio y oscuro. Hacía un frío glaciar. La escalera de caracol que tenía en frente parecía burlarse de mí junto a esa alfombra roja, antigua y polvorienta, con aspecto de haber besado mil pisadas antes de olvidar, sencillamente, el ruido de unos zapatos sobre ella.
Me detuve a observar mi alrededor tan sólo un segundo, pero se me hizo realmente eterno. Subí las escaleras hasta el primer piso y entré en la habitación de Alice.
Lo primero que vi al abrir la puerta fue el viejo tocador de madera, que vivía en la penumbra del rincón más oscuro de la habitación. Las cortinas, enormes y aterciopeladas; tupidas y pesadas, parecían de película e impedían con empeño la entrada de ningún tipo de luz exterior.
Cuando giré la vista hacia la derecha, la vi. Ahí estaba Alice, sentada sobre su esponjosa y majestuosa cama, con la mirada perdida y la tez realmente pálida.
Ni siquiera se inmutó cuando le llamé por su nombre, así que me acerqué y le tomé una mano. Estaba realmente fría, aunque conservaba el mismo tacto porcelana de siempre.
Alice era una chica muy alta y delgada, que lucía con orgullo una maravillosa melena rubia y ondulada que había heredado de su madre. Sus ojos eran tan negros que parecían el reflejo de su alma y sus recuerdos, y su nariz era tan pequeña y perfecta que daba a su cara una suavidad especial, acorde con toda su persona y su forma de ser.
Y ahí estaba yo, tomando su fría, pálida y temblorosa mano entre las mías, observando su penetrante mirada perdida hacia la esquina del tocador e intentando fijar su atención en mí, cuando de repente me miró fijamente y acto seguido dejó caer sus pesados párpados y su cuerpo sobre la cama, desplomándose así todas y cada una de las partes de su cuerpo.
En ese mismo instante, sentí una fuerte presión en mi pecho y me di cuenta de que algo horrible estaba sucediendo.

Alma Vega Subirá
Curso 2010-2011
3ºB ESO

Retomando la actividad con el inicio del curso (2011-2012)

El curso pasado, por razones que no vienen al caso, el trabajo fue tan intenso y febril, que apenas pudimos mantener al día esta bitácora.
Por ello, nos proponemos ahora retomar con energía la actividad, empezando por recuperar en las siguientes entradas algunas publicaciones pendientes, como los textos premiados en nuestro Concurso Literario y algunos textos desarrollados en el aula y que, por su innegable calidad, prometimos publicar y difundir aquí.
Igualmente, en el presente curso, intentaremos seguir publicando aquí las creaciones literarias de nuestros alumnos (tanto de Lengua Castellana y Literatura como de Taller de Lengua), eso sí, tal como os comunicamos en el aula, con la condición de que nos hagáis llegar esos mismos textos en un archivo de word.
También os informamos de que en este curso, voveremos a participar en el programa "Poesía para llevar", de manera que al final de este mes de octubre tendréis ya en la Biblioteca el primero de los poemas semanales para que lo leáis y comentéis en el aula o en vuestra casa.


Para finalizar, os comentamos que justo al acabar el curso pasado, se editó en formato digital el nº 2 de la revista Poesía para llevar, que da cuenta de las actividades que se llevaron a cabo en todos los centros participantes en el curso 2010-2011.
Podéis descargarlo del siguiente enlace: